..ANÁLISIS DE
UN TRANSEXUAL ESTADOUNIDENSE
¿El primer hombre embarazado?
Desde la teoría de Nancy Chodorow
Link:http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/03/26/medicina/1206561500.html
El bebé, fruto de un proceso de inseminación artificial, podría nacer el 3 de julio
Thomas decidió quedarse embarazado al ver que su mujer no podría ser madre
Thomas Beatie en el artículo de 'The Advocate'.
Actualizado viernes 28/03/2008 10:30 (CET)
ELMUNDO.ES
MADRID.- Thomas Beatie, de Oregón (EEUU), es un transexual en su quinto mes de embarazo. Si todo sigue bien, en cuatro meses se convertirá en el primer hombre en dar a luz en la vida real, fuera de las pantallas cinematográficas.
"Para nuestros vecinos, mi mujer Nancy y yo no parecíamos para nada inusuales. Nos veían como lo que somos, una pareja feliz y profundamente enamorada. Deseábamos trabajar duro, comprar nuestro primer hogar y formar una familia; nada fuera de lo común. Hasta que decidimos que yo engendraría a nuestro hijo".
Así comienza Thomas su testimonio en la publicación 'The Advocate', una revista dirigida especialmente a lectores homosexuales. Su confesión ha dado la vuelta al mundo.
Para cambiar de sexo, algo que hizo hace unos años, Beatie, que nació mujer, se sometió a una operación en la que le quitaron el pecho e inició una terapia hormonal. Sin embargo, mantuvo sus órganos reproductores femeninos.
Sintió la llamada de la maternidad
Pero en una decisión sin precedentes, optó por dejar su tratamiento bimensual de testosterona porque sintió la llamada de la maternidad. Así como suena. Thomas, que es legalmente un hombre desde hace años, ha querido quedarse embarazado.
"Dejé de ponerme las inyecciones de testosterona. Había estado ocho años sin tener la menstruación, así que no fue una decisión fácil de tomar", comenta Beatie en el artículo. "Mi cuerpo se reguló por sí mismo después de cuatro meses y no tuve que tomar estrógenos o progesterona o cualquier otro fármaco que favoreciera la fertilidad para ayudar la concepción", añade.
Su paso al frente, muy meditado, se debe a que su pareja Nancy, con la que comparte su vida desde hace 10 años, tuvo que someterse a una histerectomía en el pasado a causa de una enfermedad.
Las ganas de tener un niño son tan grandes que la pareja piensa que puede vencer todos los obstáculos con los que se han encontrado y va a encontrarse durante la gestación. "Cuando se lo contamos a nuestros familiares se quedaron muy sorprendidos y muchos médicos rechazaron tratarnos", declara Thomas, para quien "tener un bebé no es una necesidad únicamente femenina, sino que es parte del ser humano".
Hace un año, gracias a la inseminación artificial y a un banco de semen, lo que parecía imposible se ha convertido en realidad. "El embarazo es una sensación increíble", afirma.
"Mi barriga crece día tras día, pero yo me siento hombre y cuando nazca mi hija, que está previsto para el mes de julio, yo ejerceré de padre y Nancy de madre", añade.
Discriminación
Beatie lamenta en su testimonio vivir una especie de vacío legal. "Los médicos nos han discriminado, rechazándonos por sus creencias religiosas. Otros profesionales sanitarios rechazan dirigirse a mí como a un varón o reconocer a Nancy como mi mujer. Los recepcionistas se han reído de nosotros. Tampoco algunos amigos y familiares nos han apoyado; la mayoría de la familia de Nancy ni siquiera sabía que era un transexual".
Todo el proceso ha sido, en definitiva, un desafío. Al principio, acudieron a un endocrinólogo experto en reproducción. Varios meses después y tras haberse gastado miles de dólares en pruebas, se encontraron con que el médico no volvería a recibirles ya que su equipo "se sentía incómodo tratando a alguien como yo", explica Beatie en el artículo.
Consultaron a otros ocho especialistas y, un año después de haber tomado la decisión de ser padres, consiguieron el acceso a un banco de esperma. Consiguió quedarse encinta, pero el primer embarazo fue ectópico y no llegó a término. Según cuenta Beatie en su testimonio, fue un duro golpe, más aún cuando escuchó a su hermano decir: "Menos mal que ha pasado. Quién sabe qué clase de monstruo hubiera sido".
"Fuera de la comunidad médica, la gente no sabe que estoy embarazado de cinco meses. Pero nuestra situación hará a las personas preguntarse qué es para ellos lo normal", concluye.
Contento, ahora anuncia con orgullo que su embarazo de momento evoluciona sin complicaciones y tanto él como Nancy esperan el nacimiento de su hija para el próximo 3 de julio
Análisis
Vivimos en una sociedad en la que las mujeres como madres desarrollan hijas con capacidad maternal y el deseo de ser madres. Estas capacidades y necesidades son formadas y maduradas a partir de la relación madre-hija en sí misma y a diferencia de esto las capacidades de crianza de los niños son limitadas y reprimidas en forma metódica conforme son preparados para trabajar fuera de la familia.
Sin embargo como lo muestra la noticia, en algo esta muy deacuerdo Thomas Beatie, con Chodorow cuando dice que "Mi barriga crece día tras día, pero yo me siento hombre y cuando nazca mi hija, que está previsto para el mes de julio, yo ejerceré de padre y Nancy de madre", añade, y esto es precisamente lo que nos muestra Chodorow, que no hay nada en la estructura física ni instintiva de una mujer embarazada que la haga, especialmente adecuada para cuidar niños, ni aún después de nacido su bebé, meses en los que ella elige amamantarlo o no, entonces con todo esto porqué no se puede implantar que la primera relación objetal sea con un hombre y no con una mujer.
En este caso al nacer este bebé y encontrarse con un hombre, que satisface sus necesidades, se logra evitar el hecho de que el niño define su masculinidad en forma negativa, como lo que no es femenino ni/o conectado con las mujeres. No se define positivamente y experimenta un sentimiento de temor por tener que depender de una persona del sexo opuesto y más tarde alejarse de ella, entonces sería un niño más seguro, si bien es cierto, en el caso contrario en el que la figura sea de una mujer se prepara a los dos sexos para roles diferentes. Mujeres que se sitúan en el rol de la reproducción y hombres no acostumbrados a las relaciones psicológicas estrechas, que se satisfacen dejando que las mujeres cuiden a los hijos, cosa que no sucedería en caso contrario como el de la noticia.
Al implantarse la idea de que la figura de la mujer debe acompañar al niño, se esta limitando al hombre, ya que las mujeres definen su feminidad en forma positiva y optimista, las niñas son socializadas en su “rol femenino” en la cotidianidad, y el aprendizaje de estos roles no implica, como en el caso de los niños, la negación de la relación afectiva con la madre.
Cuando al fin y al cabo lo fundamental de la diferenciación sexual y de la subordinación femenina está en los roles sociales (papeles asumidos social y culturalmente por hombres y mujeres) y no en la anatomía.
Además al ser un hombre el sentimiento de unicidad será mayor si fuera un niño el que naciera, y un padre espejo, ya que la actitud maternal satisface la necesidad psicológica de una mujer de intimidad recíproca iniciada durante su propia infancia cuando ella y su madre se consideraban una a la otra como extensiones de sí mismas. Las madres también están cerca de sus bebés varones, sin embargo, los perciben como diferentes y no experimentan el mismo sentimiento de “unicidad” que tienen con sus hijas.
Los roles sociales son aprendidos en forma continua por las niñas en su relación con las madres mientras que el tema del “padre ausente” aparecen en un aprendizaje de roles por parte del niño en una relación discontinua con la figura paterna, hecho que no sucedería en caso contrario como en la noticia, además la socialización es diferente: “Los procesos de identificación masculina dan énfasis a la diferenciación de los otros, a la negación de la relación afectiva y a los elementos categóricamente universales del rol masculino. Los procesos de identificación femenina son relacionales, mientras que los masculinos propenden a negar las relaciones, situación que limita a los hombres a desarrollar en gran medida su potencialidad y expresar sentimientos, emociones además de establecer relaciones.
Existe entonces un trasfondo de distribución social y cultural de roles: se escinde lo privado y lo público: a los hombres se les tiende a definir en términos universalizados y ocupacionales, a las mujeres en términos particulares y delimitados en la esfera familiar: esposas, madres.
Como se menciona el hombre en el artículo: Las ganas de tener un niño son tan grandes que la pareja piensa que puede vencer todos los obstáculos con los que se han encontrado y va a encontrarse durante la gestación. "Cuando se lo contamos a nuestros familiares se quedaron muy sorprendidos y muchos médicos rechazaron tratarnos", declara Thomas, para quien "tener un bebé no es una necesidad únicamente femenina, sino que es parte del ser humano".
Hace un año, gracias a la inseminación artificial y a un banco de semen, lo que parecía imposible se ha convertido en realidad. "El embarazo es una sensación increíble", afirma.
Cuando las mujeres son las únicas responsables de la crianza de los hijos, es más difícil para los hombres desarrollar “una sensación estable de yo masculino”. La crianza primaria de los hijos debe ser compartida por hombres y mujeres, como en el caso de la noticia en la que el padre será el espejo del bebé ya que se debe romper con el error de considerar a las madres de forma primaria como objetos para sus hijos, y éste es el caso de la noticia, ya se está comenzando a romper ésta regla “social”.
"Fuera de la comunidad médica, la gente no sabe que estoy embarazado de cinco meses. Pero nuestra situación hará a las personas preguntarse qué es para ellos lo normal". Thomas Beatie
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