
El tema de la sexualidad ha dejado al fin de ser un secreto a voces, conversamos de embarazos no deseados, hablamos de educación sexual, las novelas de la televisión están algo más picaronas y más de alguna “presa” masculina o femenina se deja entrever.
Y bueno, normalmente en la vida cotidiana cuando hablamos de sexualidad, nos imaginamos a un hombre y una mujer, con sus dos manos y sus dos piernas, disfrutando del roce de sus cuerpos y del placer carnal que nos provoca la sensualidad del momento.
¿Pero usted se ha imaginado o ha tratado de ponerse en el lugar de que aquel por problemas físicos o mentales no puede disfrutar de la sexualidad, tener sexo o hacer el amor, desde el punto de vista que se mire?
No se trata de morbo, pero hay que quizás ponerse en el lugar porque a más de alguien le puede ocurrir alguna vez.
El sexo se disfruta de distintas maneras. Apasionadamente, con brutalidad, en base a deseos sexuales, con amigos sexuales, en grupos masivos, tríos, muñecas inflables, en fin, la variedad da para todo en estos tiempos.
Ahora si analizamos estas y otras formas de mantenerse sexualmente activo, usted puede pensar que los sujetos que realizan estas prácticas, padecen de algún tipo de anomalía psicológica. Pero cada uno es libre de hacer lo que quiera.
Pero el tema de los muñecos inflables es simplemente notable. Usted podría pensar que el hecho de tener este tipo de “juguete sexual” es para alguien que esta muy necesitado sexualmente, que no lo pesca nadie, que no posee un aparato reproductor que lo acompañe a la batalla y un montón de connotaciones negativas que han bajado el perfil de la mujer u hombre perfectos. Una mujer Silenciosa, con curvas, liviana y obediente y un hombre que no se cansa.
Se realizó en su momento un reportaje de los Sex Shop. El dato, es que uno de los “juguetes sexuales” con más aceptación, son los muñecos inflables
Estos son vendidos en su mayoría a padres de familia que poseen hijos con Síndrome de Down o con algún tipo de retraso mental, quienes (no todos) por su condición mental, no pueden satisfacer sus necesidades sexuales.
Es aquí que estos muñecos se transforman no en un representante del morbo colectivo, sino que pasan a ser una pieza fundamental del proceso de la vida de otros que no corrieron la misma suerte.
Pero estos “juguetes sexuales” que tienen una connotación negativa, sirven de mucho a otras personas discapacitadas en todo sentido y así los ayudan a mantener una sexualidad feliz.
Y así pasa con muchas cosas que son consideradas negativas, que en cierta forma son fundamentales para que otras personas logren una satisfacción personal.
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